lunes, 10 de julio de 2023

Bitácora de navegación (relato erótico)

 Escrito en julio de 2020 este corto relato erótico se había mantenido inédito hasta hoy. Espero que quienes lo lean lo disfruten, lo compartan y sobre todo que me hagan sus comentarios. 

Bitácora de navegación

Mañana despertaré con el remordimiento de no haberte dejado dormir. Pero ya sabes que nunca he podido aplacar las ansias de ti. Son las que se desatan cuando te veo, cuando te pienso. 

Siente mis labios posándose como dos aves en tu nuca. Inician su baile de cortejo, una danza cadenciosa y sin prisas. Mi lengua busca el camino de salida del laberinto de tus orejas. Aparece un estertor leve en tu espalda. La recorreré con mis manos como barcos a la deriva en medio de la tormenta de mi deseo incontenible.

El arrecife de tus vértebras los ha atrapado encallándose a tu piel. Se logran liberar siguiendo su deriva buscando aguas tranquilas. La bahía de tu vientre las ofrece. Anclaré para descansar y recobrar fuerzas. Los dos montes de tus pechos se divisan. Hacia ellos inicio el ascenso. Noto su redondez y su textura suave, sedosa. Escalo a sus cimas, sin dudas de cuál es el camino. Lo puedo hacer de memoria, con los ojos cerrados. Me siguieron las aves húmedas que se percharon en tu cuello deleitándose en saborear los frutos inhiestos que se ofrecen generosos.

Vuelven los temblores. Lo siento perfectamente. Terminan las aves su banquete. Sigo explorándote. Deseo seguir explorándote. Siente ahora como crece mi deseo al rozar el capitel que sostiene las columnas de tus piernas.

Continuaré mi viaje. Llegaré a las praderas de tus muslos y tu entrepierna. Praderas cubiertas de hierba suave invitándome a juguetear en ellas retozando desenfrenadamente. Descubro una fuente que brinda a este explorador sediento el líquido para saciarse. Las aves que me acompañan, también sedientas, beben de la fuente. Todo el continente de tu cuerpo acumula la tensión de sus placas tectónicas.

Date vuelta. Frente a frente. Nos separa solamente la distancia de dos bocas, ansiosas en hacerse una. Dos lenguas inician un juego, a veces en tu patio, a veces en el mío. Crezco en ti. La tectónica se convierte en terremoto, la fuente se desborda en torrente incontenible arrasando con el pudor que aún pudiera existir entre nosotros. Hay un aroma a éxtasis en aire. Mi deseo explotará. Buscaré tus ojos para reconocer esa satisfacción mutua. 

Al igual que ayer, estás sólo en mis fantasías nocturnas y solitarias. Igual mañana te volveré a navegar. Como hoy, como ayer, con la insoportable soledad en que me dejaste.

© Juan Reverter Murillo. Prohibida su reproducción total o parcial con fines comerciales sin la autorización expresa del autor.


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